Benedetti y la estigmatización a los defensores de los derechos humanos
En una declaración que parecía propia de un gobierno de derechas, el ministro del interior de Petro dijo que quien se oponga a la conmoción interior en el Catatumbo es “sospechoso de estar ayudando a la insurgencia”


Esta semana, en medio del debate por la alocución o el consejo de ministros televisado que hizo Petro a pesar de la orden del Consejo de Estado, la fiebre amarilla y los ataques de las disidencias a la población civil, pasó desapercibida una declaración, o más bien una estigmatización, que parece escrita en otras épocas.
Vamos a hacer un ejercicio. ¿Si usted lee la siguiente frase a quién se imagina diciéndola y en qué momento de la historia colombiana?: “Señor personero Jorge Bohórquez, negar la efectividad del decreto de Conmoción Interior en el Catatumbo es desconocer el enorme esfuerzo de nuestras Fuerzas Militares. Quien diga lo contrario es sospechoso de estar ayudando a la insurgencia de este país”.
Sorprendentemente, no fue escrita por funcionarios de antiguos Gobiernos de derecha, ministros de épocas álgidas de la guerra en Colombia, por Álvaro Uribe o por Iván Duque, sino por el ministro del interior del primer gobierno de izquierdas de Colombia en décadas, y refrendada por el propio presidente Gustavo Petro. La escribió el cada vez más poderoso Armando Benedetti, como un mensaje directo al personero de la ciudad de Ocaña, quien había alertado que los bombardeos del Ejército ponían en riesgo a “campesinos, niños y niñas” y causarían un desplazamiento. “Ojo con la población civil”, escribió el personero Bohórquez en X — un mensaje que, haciendo el mismo ejercicio, podría haber escrito el propio Petro en otro momento.
El presidente, sin embargo, reiteró el mensaje de Benedetti en el programa televisado del lunes. “Si tumban el decreto de conmoción, nos tocaría paralizar el Ejército en el Catatumbo, eso quiere el personero de Ocaña. Eso es para que se emborrache de alegría el ELN, no tendríamos cómo detenerlo”. Pero el personero no se refirió siquiera a la conmoción interior ni a ninguno de los múltiples decretos que la desarrollan. Solo alertó, como es su misión, del riesgo que corre la población. “Los disparos de artillería están cayendo muy cerca de trabajadores, espero se verifique bien sitio de presencia de actores armados, población civil en medio de enfrentamientos”.
Aunque suene obvio, en uno de los países más peligrosos para los defensores de derechos humanos— en lo que va de este año han asesinado a 52, de acuerdo con Indepaz—, el propio personero tuvo que recordarle al ministro que esos señalamientos son “infundados y peligrosos” y ponen en riesgo su vida en una región bajo todos los fuegos. “Jamás he estado en contra de las fuerzas militares. Mi respaldo institucional siempre”, aclaró. “Tildarme de insurgente por mi labor como Ministerio Publico pone en grave deterioro el estado social de derecho”, dijo el personero.
El mensaje de Benedetti saltó alarmas en la Defensoría y la Procuraduría. La primera le recordó a Petro algo que él padeció durante años de ataques de distintos gobernantes: “En contextos como el Catatumbo, donde las condiciones de seguridad son frágiles, cada palabra pronunciada desde el alto gobierno tiene un impacto real sobre la vida de quienes trabajan por la garantía de los derechos”. La Procuraduría, por su parte llamó a no desacreditar el trabajo de defensores como estos. “Si existieren pruebas contra este u otro funcionario, lo indicado es ponerlas en conocimiento de las autoridades”. Y le dijo al presidente y a su ministro del interior: “Es hora de la sensatez”.
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