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La ruta Nakasendo: un viaje al periodo Edo de Japón

La ruta Nakasendo es un viaje en el tiempo, un viaje al periodo Edo, un viaje que no olvidarás

La ruta Nakasendo en Japón.
Sara Andrade Abad

Hay tantas caras de Japón que es un país que nunca defrauda, siempre hay algo nuevo por conocer y, sobre todo, si te gusta la historia. Indagar en su pasado a través de rutas milenarias es una perdición para los viajeros curiosos. Una de las que quizá no habrás oído hablar demasiado es la ruta Nakasendo, un apasionante sendero que invita a viajar al pasado Edo y a un Japón que parece haberse detenido en el tiempo. Pero vayamos por partes: ¿qué es la ruta Nakasendo y dónde puedes encontrarla? La ruta Nakasendo fue una de las cinco principales rutas comerciales de Japón durante el periodo Edo, y una de las que conectaba Edo, la actual Tokio, con la ciudad de Kioto.

El periodo Edo, para quien ande algo perdido, también es conocido como periodo Tokugawa, y es una división de la historia de Japón, que se extiende desde el 24 de marzo de 1603 hasta el 3 de mayo de 1868. Y está enmarcado en el Gobierno del shogunato Tokugawa o Edo, que estableció oficialmente en 1603 el primer shōgun Tokugawa, Tokugawa Ieyasu. Terminó en 1868 con la restauración del Gobierno imperial por parte del decimoquinto y último shōgun, Tokugawa Yoshinobu, marcando así el inicio del periodo imperial. Edo estuvo marcado por el crecimiento comercial en Japón, así como por el de las zonas urbanas —hay que tener en cuenta que la antigua Edo es la actual Tokio, la capital del país—. También fue un periodo significativo para el confucionismo, basado en los pensamientos de Confucio (551-479 antes de Cristo), que promulgaba la lealtad al Estado por encima de todo.

A pesar de ser una etapa bastante constrictiva, fue también clave para la aparición de la cultura urbana y las artes escénicas. Aparecieron los distritos de placer que acercaron una cultura que estaba solo al alcance de unos pocos.

Nakasendo, por lo tanto, fue una ruta interior de montaña, que conectó Edo con Kioto y transmitió todos esos valores. Era una de las Gokaido (las cinco carreteras principales de Japón), compuesta por una red de 69 ciudades postales a lo largo de 540 kilómetros de recorrido. La ruta atravesaba las provincias de Musashi, Kōzuke, Shinano, Mino y Ōmi, y era una de las favoritas porque no era necesario atravesar ningún gran río para llegar al destino. Una de las alternativas era Tōkaidō, que iba por la costa.

La entrada a Magome por la ruta Nakasendo.

Nakasendo también pasaba por las montañas de las prefecturas de Gifu y Nagano, en el centro de Japón, y por la carretera Kiso. Este tramo histórico de la ruta era famoso por sus frondosos bosques, arroyos de aguas cristalinas y aldeas y granjas rurales remotas, que se han mantenido prácticamente intactas hasta la actualidad, de ahí que se hable de la ruta Nakasendo como una ruta que nos lleva de viaje en el tiempo. La carretera Kiso, de 85 kilómetros de longitud, albergaba 11 ciudades postales que se crearon para acoger a los viajeros en su trayecto hacia y desde Edo.

Nakasendo proporcionó desde su creación una red segura al Gobierno y a los viajeros. El shogunato era quien supervisaba la gestión de la ruta, pero la mejora y el mantenimiento de los caminos recaían en los daimyo (señores feudales) locales. El tramo de Nakasendo que recorría la carretera Kiso era utilizado por viajeros en misión oficial del shogunato, o por los señores feudales que entraban y salían de sus dominios según un sistema establecido por el shogunato Tokugawa, según el cual debían permanecer en Edo con su familia cada dos años.

Un poste señala la distancia entre Magome y Tsumago.

Qué ver en la ruta Nakasendo: de Magome y Tsumago

Ha pasado mucho tiempo y muchos acontecimientos históricos para esperar que la ruta siga intacta desde entonces, pero sí podemos visitar parte de ella. Destacan, sobre todo, los pintorescos pueblos y la naturaleza que la rodea, que sigue siendo impresionante. Las autopistas y carreteras modernas han sepultado los antiguos senderos adoquinados, pero aún se pueden encontrar tramos de la carretera original en el valle de Kiso, siendo el tramo más conocido el que se extiende desde Magome-juku, en la prefectura de Gifu, hasta Tsumago-juku, en la prefectura de Nagano. Este pequeño tramo del sendero tiene una longitud de aproximadamente 7,3 kilómetros y se puede recorrer en unas cuatro horas a un ritmo tranquilo. Como la mayoría de las personas que transitaban la ruta lo hacían a pie, había numerosas estaciones de descanso, dos de las más conocidas son Magome y Tsumago, dos ciudades bastante bien conservadas con casas de madera y bien conectadas entre sí. El recorrido se puede hacer en unas tres horas, pasando también por el valle de Kiso. De hecho, la mayoría de los visitantes empieza en la ciudad de Magome, desde el sur, subiendo hacia el norte. Se trata de una ciudad clave en lo que queda de la ruta Nakendo, porque conserva casas antiguas de madera, calles empedradas, casas de té y restaurantes locales con cocina tradicional. Fíjate bien, porque en las afueras de la ciudad de Magome hay un Kousatsuba, un tablero de anuncios, que fue utilizado por el shogunato Tokugawa para publicar avisos sobre leyes y políticas para los residentes locales.

Asimismo, en el camino encontrarás la casa de té Ichikokutochi Tatebachaya, un edificio tradicional que data de mediados del periodo Edo, cuando también era una casa de té para los viajeros ​​de la ruta Nakasendo. El calor del hogar irori era un alivio durante los meses más fríos, es decir, servía como una posada.

Recuerda que, si estás cansado, hay una buena red de trenes que permiten viajar por la zona sin necesidad de caminar tanto y conociendo los distintos pueblos de la ruta. Tal y como explica la oficina de turismo de Japón, por el camino te encontrarás con los bodhisattva budistas, que son los guardianes del camino, y otras estatuas Jizo y Dosojin, una deidad guardiana sintoísta representada en forma de pareja humana y que se cree que ofrece protección a los viajeros.

El valle de Kiso.

El valle de Kiso: un imprescindible en la ruta Nakendo

Como ya te hemos avanzado, una de las partes aún activas de la ruta atraviesa el valle de Kiso, en la prefectura de Nagano. Se trata de los Alpes centrales japoneses, una zona donde abundan los frondosos bosques y donde encontrarás mucha tranquilidad y paz. Alrededor del 90% del valle está cubierto de bosques, así que es un lugar ideal para hacer senderismo y ver las impresionantes cascadas.

Narai es otro de los puntos clave en la ruta Nakasendo, era la ciudad más rica del valle y el punto intermedio entre Kioto y Edo. Aún se conservan las tradicionales casas y residencias, que se pueden visitar. No te pierdas el puente Kiso Ohashi que cruza el río Narai y que corre paralelo a la calle principal. Con 30 metros, es uno de los puentes de madera más largos de Japón. Su construcción fue reciente, en la década de 1990.

Senderos en la ruta Nakasendo.

Cómo llegar a Nakasendo

Desde la estación JR Nagoya, puedes tomar el tren rápido de la línea JR Chuo con destino a Nakatsugawa. El trayecto suele durar unos 75 minutos y cuesta unos 1.340 yenes. Desde la estación de Nakatsugawa se puede llegar a Magome-juku en unos 30 minutos en autobús.

Si estás pensando en conocer la ruta con guía, una opción excelente, te recomendamos que te unas al próximo viaje a Japón que organiza EL PAÍS Viajes junto a Marc Morte, escritor y guía de viajes experto en Japón, Corea, Turquía y la región del Cáucaso y Oriente Medio. Momiji Japan Tour saldrá en ruta el próximo 15 de noviembre y tendrá una duración de 14 días. El viaje no solo recorrerá parte de la ruta Nakasendo, sino otros destinos en Japón como las grandes ciudades, Tokio y Kioto, tranquilas poblaciones del interior como Takayama, o pueblos que parecen salidos de un grabado del periodo Edo como Magome o Tsumago. También habrá visita a monumentos para conocer el Momiji, en donde la naturaleza se tiñe de rojos y naranjas.

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Sobre la firma

Sara Andrade Abad
Periodista especializada en viajes. Desde 2024 es redactora de EL PAÍS Viajes, sección de viajes de autor con Azulmarino. Colabora en Condé Nast Traveler y en la web de Informativos Telecinco. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster en Reporterismo Avanzado en la Universidad Ramón Llull de Barcelona.
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