Vecinos de las 3.000 viviendas: “El gran apagón del lunes es nuestro día a día”
Unos 38.000 sevillanos sufren frecuentes cortes de luz, agravados el último lustro, sin que Endesa ni las istraciones ofrezcan soluciones eficaces


En Sevilla hay unos 38.000 ciudadanos de 10 barrios a los que el apagón masivo no les sorprendió. El pasado lunes fue un día más en su triste rutina. Están acostumbrados a quedarse sin luz de manera recurrente por los continuos cortes en la red, disparados con las altas y bajas temperaturas del verano y del invierno, pero que no cesan a lo largo de todo el año. El caos inicial se ha tornado para ellos una angustiante realidad cotidiana.
“El gran apagón de este lunes es nuestro día a día en el barrio, claro que sigue habiendo cortes de luz. Justo antes de ayer salió ardiendo un transformador eléctrico. La infraestructura tiene 50 años y como la distribución eléctrica está en manos privadas [de Endesa], el barrio es un vertedero y las instituciones no aparecen”, critica Manuel Losada, portavoz de la plataforma Barrios Hartos y que sufre los apagones en su barriada Martínez Montañés del Polígono Sur en la capital andaluza, el distrito con peor renta per cápita del país.
Muy cerca de donde vive Losada, en la calle Edipo Rey de las 3.000 viviendas, María Núñez manda a sus seis hijos, entre los 4 y los 15 años, a ducharse a casas de familiares y amigos ante la falta de agua caliente en casa. “El apagón no me ha venido grande. Aquí no vivimos, sobrevivimos. Desde que hace cuatro años se quemó el transformador, la luz se va por sistema, cada día o cada dos días, en siete bloques. Si las istraciones quisieran solucionarlo, lo harían. Pero no quieren”, se queja. El Ayuntamiento da la espalda al barrio y ayer se eliminaron 10 paradas de autobús por un supuesto ataque a un conductor de un autobús público, denuncia Losada. “Es el olvido continuo”, remacha.
En pleno siglo XXI, el problema se ha agudizado el último lustro y Barrios Hartos organiza protestas de manera cíclica porque ni Endesa ni el Ayuntamiento ni la Junta andaluza (ambos PP) ofrecen soluciones. Las 15.503 familias que Endesa ite como afectadas, incluidos ciertos comercios, representan el 5% de la población, unos 38.000 sevillanos dado que el tamaño medio del hogar en España es de 2,5 personas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Familias de barriadas como Padre Pío-Palmete, Su Eminencia, Los Pajaritos o Las Candelarias no se sobresaltaron el lunes, fue una jornada más en su paciencia infinita. “El único consuelo que sentimos este lunes es que mucha gente es ahora consciente de lo que es pasar un día entero sin luz. Al final ayer dio la cara Red Eléctrica. ¿Pero qué pasa con Endesa que nos tiene en sus manos?”, se queja su portavoz Juan García, que fue detenido en una protesta hace un año.
Este verano muchas familias volverán a mudarse a casas de familiares o huirán a los pueblos con desplazamientos diarios al trabajo, para así evitar las altas y asfixiantes temperaturas de Sevilla. Algunos vecinos han planificado cómo sobrevivir y han cambiado la placa vitorcerámica por una cocina de gas, eliminan el calentador eléctrico para volver al de gas o compran lámparas de camping. Los más pudientes han instalado es solares en sus azoteas, pero hay muchas familias que viven en pisos con terraza comunitaria, lo que dificulta la instalación, y la mayoría son vecinos humildes cuya economía no puede afrontar el pago de las placas solares y las baterías para soportar los cortes de luz.
Laura Cárdenas, vecina del barrio La Negrilla, echa sal a la herida: “Moncloa nos respondió por escrito que ‘lamentándolo mucho, al ser una compañía privada no podían hacer nada, y buena suerte’. Y el alcalde, José Luis Sanz, dijo el lunes que tenía grupos electrógenos a disposición de la ciudadanía, cuando nosotros se los hemos pedido y no obtuvimos respuesta. Tanto Moncloa como el alcalde están arrodillados ante el capital”, censura. Cárdenas subraya el “desamparo” de los vecinos sevillanos, que contrasta con “la movilización de las istraciones” ante el parón que sufrió el país. “Lo que pasó el lunes es el día a día del barrio. No hablamos de construir piscinas para soportar el verano, sino de un servicio básico como la luz”, agrega. María Núñez está resignada a que los cortes seguirán de manera cíclica durante un tiempo: “Cada vez que llega un apagón Endesa responde que en 90 minutos está solucionado, pero siempre es mentira. Vienen los técnicos y a las pocas horas vuelve a pasar”.
Mientras, Endesa achaca el problema a los narcopisos, que con sus plantaciones de marihuana sobrecargan la tensión una vez y otra, y reclama más intervenciones policiales en estos barrios. “Se necesita otro tipo de intervención más coral, no solo potencia eléctrica. También reformar el Código Penal para una solución definitiva”, alega una portavoz. Endesa promueve agravar el delito de fraude eléctrico para equiparar las sanciones a las vigentes en el resto de Europa.
La eléctrica defiende que el año pasado invirtió 4,2 millones para reforzar las infraestructuras eléctricas en los barrios más afectados como Torreblanca o Palmete, inversiones que los vecinos tildan de insuficientes dado que los cortes persisten. Este diario ha consultado al Ayuntamiento de Sevilla sobre la supresión de las 10 paradas de autobús en el Polígono Sur, pero no ha obtenido respuesta.
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